Abro los ojos, la luz de la mañana me molesta, pongo mi pie izquierdo en la zapatilla, después de poner el derecho hago un bostezo muy silencioso acabado por un suspiro, abro mis ojos y lo primero que veo es tu cara verde repleta de vitamina C, D y vete tú a saber...,tu bata rosa y tus zapatillas de peluche absurdas, saludando como una histérica, yo no digo nada, solo sigo pensando ¿Cuántas mañanas aguantaré lo mismo?
Mientras me dirijo hacia al lavabo para ducharme para ir al trabajo...

2 comentaris:

Microrrelatos de la frau dijo...

jajaja, es buenísimo
-Preocupación por el lenguaje:3
-Afán de universalidad:2
-Sentido del humor:4
-Rebeldía y originalidad:4
Te pongo un 13

Un beso muy grande
Ana Santos

Unknown dijo...

¡Qué lástima que no hayas encontrado una foto que pudiera ilustrar tu relato!
Escribes siempre sobre temas intimistas, prácticamente sin acción.