Mi ojos no creían lo que observaban, estaba allí, posado ante mi rostro. Lo había buscado durante todo el día. Había hecho un esfuerzo impresionante y había removido todo arriba y abajo. Mis familiares me habían ayudado en mi búsqueda. Habitación por habitación, y sala por sala, habíamos examinado todo su contenido en busca del preciado objeto. Y ahora, por fin, podía encender el televisor.

0 comentaris: