Era un día de lluvia intensa que calaba hasta los huesos. Caminaba debajo de las frías gotas a lo largo de aquella calle de asfalto a las afueras de la ciudad. Estaba solo y huía de las demás personas sin saber mi rumbo. Sabía que lo que había hecho estaba mal, pero la única forma de seguir adelante era huir. Mis lágrimas se juntaban con las demás gotas, unas lágrimas que reflejaban dolor. No podía soportar esa injusticia y menos que mi madre sufriera de esa forma sin merecerlo. Él se lo había buscado y ya le advertí que no la volviera a tocar nunca más, pero no me escuchó. Ahora no hay vuelta atrás, ahora para él ya es demasiado tarde...

3 comentaris:

Microrrelatos de la frau dijo...

Muy bueno Santacoloma.
preocupación por el lenguaje: 3
afán de universalidad:2
sentido del humor:1
rebeldía y originalidad: 3



CLAUDIA COMINO

Microrrelatos de la frau dijo...

Me gusta mucho
-Preocupación por el lenguaje:3
-Afán de universalidad:2
-Sentido del humor:1
-Rebeldía y originalidad:4
Te pongo un 10
Ana Santos

Unknown dijo...

Me ha gustado mucho este microrrelato. Coincides en el tema con alguno de tus compañeros. Reflexionas pero también consigues que la historia sea interesante. Muy bien escrito, Aintzane.