Sientes la brisa de la mañana, oyes voces, pero tú solo estás concentrada en ti. Cada vez que dices algo, vas más deprisa, tiendes a desconcentrarte, pero no, tienes que estar concentrada y físicamente en perfecto estado, limpia, impecable y, antes de salir, con una sonrisa preparada de oreja a oreja, dispuesta a convencer a los jueces de que el campeonato es tuyo.

1 comentaris:

Unknown dijo...

Este microrrelato tiene mucha fuerza expresiva, sobre todo el final. Me gusta también su emotividad, que consigues con el uso de la 2º persona. Además, la foto está muy bien elegida.