Había llovido durante toda la noche, Carlos miraba al exterior por la ventana. La fría mañana de color plomizo. Era una mañana muy acorde con sus sentimientos. El día anterior María le había dejado por otro. Pasó toda la noche llorando. Pensó que nunca más sería feliz, el mundo había terminado para él.
Se vistió desganado, cogió la mochila y se dirigió hacia el instituto.
Por el camino un rayo de sol enpezó a filtrarse entre las nubes. ¿Será posible que en mi vida también salga el sol en algún momento? Esos pensamientos le llevaron a sentirse más fuerte y más confiado, se dio cuenta de que la vida sigue, evoluciona y espera que la vivamos con todas nuestras fuerzas.

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