Mientras conducía mi nuevo coche, tan lujoso, tan tan..., sonreí a la bellísima chica que estaba en el asiento del copiloto. Era mi novia. Al cabo de unos minutos llegamos a nuestra nueva casa, era muy bonita y hasta tenía piscina.
De repente, oí una melodía muy familiar... ¡El despertador!

1 comentaris:

Microrrelatos de la frau dijo...

Ja, ja es muy bueno jesus, es muy original...

- Preocupación por el lenguaje:3
- Afán de universalidad:2
- Sentido del humor:4
- Rebeldía y originalidad:4

3+2+2+4=10

cristina bartumeus