En un lugar del sistema solar, cuyas coordenadas no voy a dar, vivía la señora “K” y su marido.
Vivín en una casa muy lujosa y alta, con un jardín lleno de plantas y áboles, en medio del jardín había un pequeño lago con nenúfares y sapos, en un lado del lago caía una pequeña y preciosa cascada.
La casa tenía dos pisos, por fuera era de color blanco, con unos ventanales muy grandes.
Por dento todo era diferente: las paredes estaban pintadas de colores alegres (rojo, amarillo, naranja, verde, pistacho, azul clarito, etc.) y cubiertas de cuadros abstractos; en el techo del pasillo cuatro luces (ojos de buey), en la cocina había un montón de armarios cubiertos de latas ,pasta , vasos... Uno de los armarios era un lavavajillas; en el comedor había una televisión de pantalla plana muy grande con un sofá muy lujoso de piel.
Aleix Ferraté, El hogar de la señora K

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